Mercedes le dará la oportunidad a Romain Grosjean de conducir su auto de Fórmula 1 en una tanda de vueltas a modo de demostración antes del Gran Premio de Francia y de un día entero de ensayos, de acuerdo a una promesa hecha tiempo atrás por el director del equipo, Toto Wolff.
El año pasado, poco después del aterrador accidente de Grosjean en Baréin, Wolff respondió a una pregunta de la prensa diciendo que si ninguna otra escuadra le daba la oportunidad al piloto galo, él sí le ofrecería una prueba para asegurarse de que su experiencia final en un coche de la categoría no fuera tan traumática a raíz de ese episodio.
Fiel a su palabra, el austríaco ha seguido adelante con la oferta, así que el W10 campeón de 2019 con Lewis Hamilton estará en manos de Romain Grosjean el 27 de junio antes de otra salida a pista más larga en Paul Ricard dos días más tarde.
“Estoy muy emocionado por subirme otra vez a un Fórmula 1. Será una oportunidad especial para mí conducir un Mercedes capaz de haber ganado e l campeonato. Agradezco mucho al equipo y a Toto en particular por esta oportunidad. Había escuchado sobre este tema desde mi cama de hospital en Baréin y esa noticia me animó mucho en su momento”, comentó el piloto.
“Nosotros también estamos contentos de apoyar a Romain con esta idea, que surgió cuando parecía que su carrera activa en la Fórmula 1 terminaría. No queríamos que ese accidente fuera su último momento sobre un vehículo de la especialidad. Conozco a Grosjean desde su época de campeón de Fórmula 3. Nos interesaba asegurarnos de que sus últimos recuerdos estuvieran ligados al volante de un monoplaza ganador, por lo que espero atento sus opiniones. Lo que le pasó nos recuerda los peligros a los que se enfrentan estos hombres cada vez que se suben a un auto de carreras, pero también es un testimonio de los pasos increíbles que esta categoría ha dado para mejorar la seguridad a lo largo de las décadas”, expresó Wolff.