Sébastien Ogier y Julien Ingrassia emergieron ilesos esta mañana de un accidente a alta velocidad que tuvieron mientras probaban su Toyota Yaris WRC en los Alpes franceses con miras al Rally de Montecarlo.
Los actuales campeones del mundo fueron llevados a un hospital para su control médico después de tirar abajo un árbol en un impacto tras salirse del camino, que ofrecía poca adherencia.
Ogier ya había completado una jornada de ensayos con el equipo cuando sufrió este golpe, en un pueblo cercano a Gap, su ciudad natal.
El coche terminó dando un par de vueltas después de pegarle a un pino en una zona en la que venía realmente rápido, según afirmaron algunos testigos. Por fortuna, sus ocupantes salieron por sí mismos del deteriorado Yaris.
Hace cuatro años, el francés había vivido un incidente similar a bordo de un Ford Fiesta World Rally Car.
Al haber sido dados de alta horas más tarde, piloto y navegante ratificaron en sus redes sociales que serán de la partida sin problemas en el clásico monegasco que, una vez más, abre una temporada de la categoría.
El fin de semana pasado, Elfyn Evans también hizo algunos kilómetros de pruebas, cediéndole el volante el lunes a Kalle Rovanperä, en tanto que Takamoto Katsuta se les había anticipado, recorriendo la misma región a fines de diciembre.