El circuito Albert Park de Melbourne está experimentando su mayor transformación desde que se unió al calendario de Fórmula 1 en 1996 para albergar al Gran Premio de Australia. Los organizadores esperan que los cambios permitan más oportunidades de adelantamiento y que generen carreras de promedio más alto.
En total, se están modificando siete curvas, mientras que dos se eliminarán por completo antes de la competencia prevista para el 21 de noviembre. Los tiempos por vuelta podrían ser unos cinco segundos más rápidos, con alrededor de 15 km/h en la velocidad media.
Entre los aspectos más notorios se mencionan la desaparición de la chicana entre las curvas 9 y 10, donde ahora hay un viraje amplio a la derecha, así como la posibilidad de una zona DRS adicional.
La carpeta asfáltica se amplía en las 1, 3, 6, 13 y 15, en tanto que las 13 y 15 permitirán trayectorias múltiples. En la curva 6 aumentará drásticamente la velocidad, quizás de 150 a 215 km/h.
En los cálculos, se supone que el registro de un giro a la nueva versión del escenario australiano disminuya en casi cinco segundos, de 1m21s a 1m16s.
Las obras se aprovechan también para agregarle al predio nuevas ubicaciones para suites corporativas, tribunas y zonas para público de admisión general, sin dejar de lado beneficios ecológicos para el parque, que crecerá 4.000 m2 en torno al lado, incluyendo una mejor infraestructura para la práctica del ciclismo.
Entre quienes más alentaron estas variantes está el piloto local Daniel Ricciardo.