En materia de dos ruedas, la semana termina con una noticia muy comentada en el ámbito del MotoGP: la vuelta al triunfo de Marc Márquez -su 57º- en el Gran Premio de Alemania en Sachsenring, que se adjudicó por undécima vez consecutiva en su trayectoria.
El español debió esperar 581 días para subir de nuevo a lo más alto del podio. Cuando se encendió la luz verde del semáforo, el piloto oficial Honda ya había pasado a asediar al líder en la segunda curva, empresa de la que salió airoso antes de cumplirse ese giro inicial.
El ocho veces campeón de la categoría se escapó progresivamente en la punta y más cerca del final debió cuidarse de Miguel Oliveira.
336 días atrás, había sufrido una lesión severa durante la carrera en su país.
Marc Márquez reflexionó acerca de este esperado éxito: “Es uno de los momentos más importantes de mi campaña, ya que los meses que lo precedieron han sido muy duros. Hoy presentía que estaba frente a una gran oportunidad. Me dio mucho gusto cruzar la meta primero y regresar a los boxes en medio de la algarabía de mi equipo, que también estaba emocionado. Era imposible no estarlo, como hubiera sido imposible reponerme solo, sin el esmero inmenso de la gente que estuvo a mi lado, los doctores, el fisioterapeuta, Alberto Puig, Emilio Alzamora, mi familia…o sin el respeto y la paciencia que me tuvo Honda. Todavía estoy disfrutando lo que viví el domingo. Yo mismo ya poseo otra motivación que le puedo transmitir a los ingenieros para ver qué nos depara el futuro. Presioné desde el principio y más aún cuando se largó a llover y Oliveira se me acercó demasiado, con mucha velocidad. En ese rato, me costó concentrarme por los recuerdos más difíciles del año pasado, pero lo logré y volveré por más”.