El piloto francés Alain Prost al llegar a la Fórmula 1 recibió un regalo por parte de Enzo Ferrari, un Ferrari F40 que jamás dio un paseo y ahora se subastará en aproximadamente 2.5 millones de euros.
Porsche dominaba la Fórmula 1 y las ganas que tenían en Maranello de competir directamente con la marca alemana eran notorias. Debido a esa desesperación, Enzo Ferrari ordenó a sus ingenieros desarrollar el mejor super auto que hayan creado. Así nació este auto que marcó un antes y un después en la historia de los autos deportivos. Un auto sin confort, simplemente ingeniería pura. Con un motor V8 biturbo de 2.9 litros, superaba los 470 CV de potencia. Aceleraba de 0 a 100 km/h en sólo 4,1 segundos y podía alcanzar los 324 km/h de velocidad final.
Entre 1987 y 1992 se fabricaron solamente 1.311 modelos, de los cuáles uno fue regalado por Enzo Ferrari a la nueva contratación de la Scuderia Ferrari en 1990, Alain Prost, proveniente de Mclaren donde la rivalidad con Ayrton Senna se hacía insostenible y llegaba como la principal contratación de la temporada. Al recibir el auto, lo envió a su casa en el sur de Paris, de donde nunca salió.
La relación con la Scuderia no fue de las mejores, no pudo ganar el título mundial en 1990 por un choque con Senna. Al año siguiente no consiguió ganar ninguna carrera, y en 1992 comentó que al manejar ese auto se sentía como un camión por lo pesado de la dirección. Fue despedido al inicio de la temporada y cobró su sueldo sin competir en ningún Gran Premio de ese año. El auto se lo vendió a un coleccionista y corredor de carreras GT Graham de Zille. En 2016 salió segundo en una carrera y su ocasional dueño decidió restaurarlo en la propia fábrica de Maranello.
El auto tiene solamante 6.000 kilómetros de rodaje, pensando que es de 1990, es prácticamente nuevo, se utilizó en carreras de Ferrari Challenge. Ahora RM Sotheby’s lo subastará y calcula que su precio rondará entre los 2,5 y los 3 millones de euros. Las ofertas se abrirán el 10 de mayo y se cerrarán dos días después. Ahí se conocerá el precio que haya pagado el auto que fue propiedad del 4 veces campeón de Fórmula 1 Alain Prost, pero que nunca se sentó al volante.
