Mientras Alemania impulsa con luz verde la venta de e-fuels en las estaciones de servicio de su país, un artículo de la Porsche Newsroom entrevistó a Marcelo Daller, responsable de operaciones de la planta Haru Oni.
Daller desde la planta ubicada en Punta Arenas (Chile), nos cuenta detalles de la producción de combustible bautizado como e-fuel, producto de la capacidad de capturar CO2 y transformarlo en e-metanol.
El hidrógeno verde que se está gestando en la Patagonia Chilena, bien podría ser la solución para todo tipo de transportes y dentro de sus atributos más destacables es que no hay que transformar la ingeniería de los actuales motores para eliminar la combustión que está generando el cambio climático. Al menos según el especialista, ya la huella de carbón de los vehículos es cosa resuelta.
En términos industriales para Daller esto será realidad masiva “cuando estén funcionando las plantas de Chile, Estados Unidos y Australia ya podremos hablar de producción a escala industrial. Estimo que será en 2027”, adelanta.
¿Cuál es la misión de esta planta emplazada en la zona austral chilena?
Producir e-fuel. Somos capaces de capturar CO2 y transformarlo en e-metanol. A partir de este metanol sintético podemos crear una gasolina para poder usar en los autos. Haru Oni es una planta piloto. Después se ampliará la producción con una planta más grande aquí, en Punta Arenas. Y se construirán también otras plantas en Texas (Estados Unidos) y Tasmania (Australia).
¿Es una forma de hacer que los vehículos con motor de combustión sean amigables con el medio ambiente?
Efectivamente. Lo que conseguimos es eliminar la huella de carbono en los autos con motor de combustión. Las emisiones no cambian, pero al haber capturado previamente el CO2 que emiten, logramos la neutralidad.
En palabras simples y términos generales, ¿Cómo se produce el e-fuel?
Para conseguir e-fuel es necesario hacer metanol. El metanol requiere para su fabricación CO2 e hidrógeno. El hidrógeno lo producimos en un electrolizador utilizando fuente de energía renovable. Es, por lo tanto, hidrógeno verde. Mediante la electrólisis se divide la molécula de agua en oxígeno e hidrógeno. El hidrógeno, en un paso posterior, lo mezclamos con el CO2 que hemos capturado previamente y, dentro de un catalizador, sintetizamos ese gas y producimos metanol verde. Ese metanol lo convertimos finalmente en una gasolina con propiedades similares a la que se puede encontrar en una estación de servicio.
¿Es necesario algún tipo de adaptación en los actuales motores para su uso?
Ninguna. No hay que hacer modificación alguna en el motor del vehículo y, además, se puede repostar con los mismos surtidores que ya existen. Esto hace que su implementación sea muy fácil.
¿Cuánto es la producción de la planta de Haru Oni?
En 2022 produjimos 130 000 litros, esa es la capacidad de esta planta piloto. Es pequeña, pero su enfoque es integral, pues contiene toda la tecnología necesaria para el proceso de fabricación.
¿Qué tipos de e-fuels se van a fabricar?
Nosotros aquí somos capaces de producir metanol y convertirlo en gasolina. En el futuro, HIF está pensando en ir más allá. En realidad, el metanol sintético tiene potencial para sustituir al combustible empleado no solo en autos sino en aviones, barcos, maquinaria industrial ligera y pesada o vehículos recreacionales, por citar algunos ejemplos.
