Mientras en el norte de su país se corre la segunda fecha del año de la categoría que lo tiene como a uno de los más grandes de su historia, el Rally Mundial llora la muerte de Hannu Mikkola. Tenía 78 años y padecía cáncer.
Había nacido en Joensull, en el corazón de Finlandia. Cumplió su sueño de participar en los rallies, la especialidad que se había hecho más popular en su región, primero como navegante en un par de oportunidades y luego al volante. Tenía 21 años cuando se compró un Volvo PV444 sin que nadie lo supiera para hacer sus primeras armas.
Por dos temporadas pudo ocultar esa realidad, pero en su tercer año, ya aparecía en los medios al convertirse en subcampeón nacional, detalle que no pudo ocultarle a su padre.
Por eso, el importador local de la marca le cedió un 122S, modelo de mejor rendimiento, para la máxima prueba de sus coterráneos, el Rally d ellos 1.000 Lagos de 1966. Desde entonces, su carrera internacional avanzó rápidamente. Al año siguiente, Lancia le ofreció un Fulvia oficial para Montecarlo con el cual llegó a ubicarse entre los seis mejores hasta que un espectador le robó la tarjeta de ruta y quedo por ello fuera de competencia.
Ford lo contrató para manejar un Escort de fábrica y con el auto inglés tuvo el privilegio de ganar ante su público en 1968, imponiéndose también con la marca del óvalo en el extenuante Londres-México.
Desde 1973, cambió varias veces de equipo, buscando quien le ofrezca más presencias en el Campeonato del Mundo para sumar más puntos. Así, pasó por Peugeot, Fiat y Toyota hasta volver en 1978 a Ford y conseguir una cantidad importante de logros nacional e internacionales con el más moderno Escort RS 1800 Mk2 de Grupo 4.
En 1980, Mikkola defendió los colores de Mercedes-Benz con una cupé 500 SLC y en 1981 empezó su apogeo con el Audi Quattro de Grupo B, que lo llevaría a la obtención del título dos años más tarde gracias a su cuatro triunfos en Suecia, Portugal, Argentina y Finlandia.
Fue subcampeón en 1979, 1980 y 1984, en esa última ocasión terminando en el podio todas las fechas en las que alcanzó la meta.
La era del Grupo A lo tuvo como hombre de Mazda a los 46 años, pero el 323 4WD no era un arma de temer frente a otros autos, salvo honrosas excepciones.
Un cetro mundial, dos finlandeses, uno británico, siete 1.000 Lagos y cuatro RAC ganados en 20 temporadas al máximo nivel y una versatilidad como pocas para la tierra, la nieve y el asfalto, señalan a Hannu Olavi Mikkola como una de las estrellas más brillantes de todos los tiempos.
Corrió 288 rallies, de los cuales ganó 61. 123 de esos eventos fueron mundiales y en 18 oportunidades accedió al escalón más alto del podio (al cual subió 44 veces) con cinco marcas diferentes.