Porsche está observando la evolución de la Fórmula 1 con respecto a las regulaciones que tienen que ver con los motores, pues cabe la posibilidad que la marca de Stuttgart vuelva a la disciplina.
Si bien el Grupo Volkswagen, al que la fábrica pertenece, no lleva adelante sus propias actividades dentro del deporte motor, todavía apela a sus otras firmas para mantenerse en movimiento.
Eso no impediría que Volkswagen eventualmente controle los planes relacionados a la máxima categoría de monoplazas, como explicó el Vicepresidente de Competición de Porsche, Fritz Enzinger, quien confesó que la búsqueda de combustibles más sustentables de parte de la especialidad puede atraerles para ingresar a ella.
Enzinger no aclaró si Volkswagen buscaría una de sus marcas para participar como constructor completo o solo como proveedor de impulsores, pero se sabe que hay varias posibilidades de colaboración para 2025.
Un candidato obvio es Red Bull, que está asumiendo la tecnología concerniente a las unidades de potencia de Honda hasta el fin del reglamento actual y cuyo director, Christian Horner, ha declarado que podría seguir desarrollando su propio producto o asociarse con un nuevo fabricante.
Las últimas incursiones de Porsche en la Fórmula 1 fueron extremas. Pasaron de dominar la era turbo de hace tres décadas y media con un último título de pilotos y constructores en 1985 de la mano de Alain Prost con la rendidora McLaren MP4/2B con sus motores (en realidad, comprados por TAG) a una magra temporada 1991 junto a la escuadra Footwork, sin que Michele Alboreto, Alex Caffi ni Stefan Johansson pudieran sumar un punto en todo el año.