Porsche Motorsport y Penske han firmado un acuerdo de varios años para colaborar en la entrada del fabricante alemán a la clase LMDh que competirá en las 24 Horas de Le Mans, el Campeonato del Mundo de Resistencia e IMSA a partir de 2023.
El exitoso equipo estadounidense trabajará a la par de los ingenieros de Weissach para el desarrollo de varios prototipos a la búsqueda de la victoria general en la clase Hypercar, los que también serán inscritos por escuadras privadas de clientes en esos dentro de dos temporadas.
De acuerdo con el reglamento, estos autos se basarán en un chasis LMP2, pesarán alrededor de 1.000 kilogramos y llevarán un motor híbrido de 500 kW (680 HP).
“Estamos encantados de establecer de nuevo una asociación con Penske para que, por primera vez en la historia de nuestra marca, haya un equipo global compitiendo en las dos series de larga duración más grandes del mundo. Con este fin, armaremos bases ambos lados del Océano Atlántico. Procuramos una estructura que nos permita pelear por el triunfo Le Mans, Daytona y Sebring”, dijo Oliver Blume, presidente de la Junta Ejecutiva de Porsche AG.
“Este es otro día de orgullo para nuestra organización. Hemos representado a Porsche en la pista durante cinco décadas, disfrutando juntos de muchos éxitos incomparables, así que no veo la hora de empezar con este programa de carreras global con la tecnología del futuro en nuestras instalaciones de Carolina del Norte”, expresó Roger Penske.
Los lazos entre ambos se remontan a los años 1970 cuando se vincularon para competir en Can-Am, para luego conseguir varios logros importantes en IMSA, especialmente con los modelos RS Spyder LMP2 entre 2005 y 2008.
De esta forma, en poco tiempo más, el torneo FIA WEC debería ver en su clase superior a los vehículos de Stuttgart rivalizar con otros de Toyota, Peugeot, Audi, Ferrari, Glickenhaus, ByKolles y Acura.