En su publicación más reciente con actualizaciones de reglamentos técnicos, la Federación Internacional de Automovilismo ha incluido para los autos Rally2 la posibilidad de instalar aditamentos de ventilación que refrigeran el motor y defensas especiales en la parte delantera al estilo de lo que anteriormente se usaba en el Rally Safari de Kenia o hasta el presente en el Transchaco paraguayo.
La medida rige para pruebas especiales, con características similares a las mencionadas. Aunque es poco común observar vehículos con esta apariencia en la mayoría de los países, el ente rector del deporte motor ha concluido que existen lugares concretos donde sí hacen falta y que, por ende, era preciso regular estos elementos.
En síntesis, lo que la FIA he hecho es cambiar las normas que regulan lo referido a la carrocería y las partes exteriores de cada coche para permitir una apertura adicional en el capó o guardabarros delantero y aumentar así el flujo de aire que entra al motor a través de un conducto (tipo snorkel) que posee una sección máxima de 200 cm2.
Por otro lado, se ha flexibilizado la colocación de protecciones contra impactos frontales, las cuales deben ser extraíbles y diseñadas expresamente para proteger el paragolpes delantero, los faros y los elementos de refrigeración de las máquinas. Dicha estructura tubular no debe inferir mejoras en la aerodinámica ni contener filos, además de que no cuentan en las mediciones originales de cada modelo.
Resulta llamativo las razones por las que estas medidas aplican a los Rally2, sin mencionarse unidades de otras clases, aunque el fundamento radicaría en la popularidad de estos ejemplares a lo largo y ancho del mundo.