Robin Shute, piloto británico radicado en Los Ángeles, se adjudicó su segunda trepada Pikes Peak en Colorado (Estados Unidos) el fin de semana pasado. La carrera, ahora íntegramente, ha cambiado mucho y alberga a vehículos con construcción de monocascos, prototipos o GT3 y GT3 con gigantescos alerones delanteros y traseros, más que bólidos originalmente concebidos para Rally como era anteriormente cuando se transitaba sobre tierra.
Los tiempos también se redujeron mucho por obvias razones y Shute -también primero en 2019- marcó 5m55.246s para apropiarse del triunfo general con un Wolf GB08 CN con el que le sacó casi 37s al Porsche 911 GT2 RS del francés Romain Dumas, otro de los ganadores recientes en el historial de la clásica prueba montañosa.
Paul Dallenbach fue tercero en un Dallenbach Special y más atrás se escalonaron el neozelandés Rhys Millen con un Bentley Continental GT3 preparado por M-Sport, pero modificado por su propia escuadra en California, Raphael Astier en un Porsche BBI Turbo y sexta Codie Vahsholtz en un Ford Open 2013, una de las mujeres mejor clasificadas de todos los tiempos junto con Michéle Mouton (que se impuso en 1985 con un Audi Quattro de Grupo B adaptado).
54 participantes cruzaron la meta de la trepada que el año que viene cumplirá 100 años.
Video: Esta fue la 99ª edición de la trepada Pikes Peak.