Tras el accidente de Max Verstappen en la primera vuelta del Gran Premio de Gran Bretaña luego del golpe recibido de parte de Lewis Hamilton, los responsables de Mercedes y Red Bull, Toto Wolff y Christian Horner, mantuvieron un diálogo con la Dirección de la prueba, algo que desde ahora ya no se permitirá, salvo por expreso pedido de las autoridades.
Este fue uno de los muchos puntos de crítica que el propio Horner planteó tras la competencia, ya que Wolff acudió puntualmente a la organización durante el período de bandera roja para dar su opinión sobre el incidente.
El vienés hizo esto después de que el Director del evento, Michael Masi, le diera instrucciones de ir en persona ante los comisarios porque no hubo tiempo de consultar su cuenta de correo electrónico en ese lapso. Tan pronto como Horner se enteró de la visita de su oponente, procedió a imitarlo.
“Escuché que Toto iba camino a la torre de control, así que yo también me propuse dar de igual modo nuestro punto de vista. No me parece bien que un jefe de equipo se dirija a la Dirección de Carrera y ejerza sus influencias. Creo que los comisarios no deberían ser molestados durante el evento, pues necesitan tener la cabeza clara para tomar sus decisiones”, comentó el responsable de Red Bull.
Masi advirtió a todas las escuadras que podrían enfrentar una penalización si acudían a los comisarios sin una citación oficial o aprobación previa. Cualquiera que no cumpla con esta medida estaría violando el artículo 12.2.1.i del reglamento deportivo. Las sanciones previstas van desde una advertencia hasta una multa y desde la deducción de puntos hasta la desclasificación.
Inmediatamente después de Silverstone, Michael Masi declaró que no tenía ningún problema con que los equipos o pilotos fueran a hablar con los comisarios: “El año pasado en Monza, Hamilton se dirigió a las autoridades y les habló para entender lo que sucedió y tomar observar el cuadro más grande. Lo podría hacer en medio de una pausa del Gran Premio. No veía motivos para impedirlo”. Tras la cita inglesa, evidentemente su opinión ha cambiado.