El circuito Texas Motor Speedway y la categoría de fórmula IndyCar están haciendo un esfuerzo adicional para tratar de garantizar que las carreras de este año vuelvan a tener dos carriles competitivos.
En 2020, se aplicó una resina llamada PJ1 al óvalo de una milla y media con la esperanza de que facilitara los adelantamientos en las competencias de NASCAR, pero esto generó un efecto adverso en los monoplazas, ya que Scott Dixon lideró durante 157 de 200 vueltas un evento que fue muy lineal en este sentido.
Ahora, se busca eliminar dicho elemento, con labores que se prolongan varias veces por la noche porque hace más frío y hay que quitarlo con un compuesto químico podría dañar el resto de la superficie.
Por otro lado, IndyCar también introdujo algunos cambios en el piso de sus chasis Dallara, para lo cual se realizará una prueba con siete autos el 30 de marzo y otros 17 al día siguiente, justamente en Texas.