Tributo a Carlos Reutemann

En un hospital de la ciudad argentina de Santa Fe, Carlos Reutemann murió hoy a los 79 años como consecuencia del agravamiento de su salud. Había nacido allí mismo el 12 de abril de 1942.

Reutemann fue piloto de Fórmula 1 desde 1972 hasta 1982, donde compitió para los equipos Brabham, Ferrari, Lotus y Williams. Con la excepción del equipo de Colin Chapman, llegó el triunfo con las otras tres marcas en 12 Grandes Premios, además de subir 45 veces al podio y obtener seis pole positions en 144 carreras puntuables, sin mencionar dos triunfos y otra vuelta más rápida en clasificación en eventos fuera del campeonato.

Terminó tercero en 1975 (Brabham), 1978 (Ferrari) y 1980 (Williams). En 1981, habiendo superado a su compañero de equipo y campeón vigente, Alan Jones, fue subcampeón, definiendo el título que se quedó el brasileño Nelson Piquet por apenas un punto ante el que muchos consideraron en el circuito callejero de Las Vegas (Estados Unidos) un complot dentro de su propia escuadra, para favorecer la victoria parcial del australiano y no el título del sudamericano. Por esa razón, Carlos Reutemann figura en una lista conocida como “campeones sin corona”, a la que se añaden Stirling Moss, Jacky Ickx, Ronnie Peterson, Gilles Villeneuve, Gerhard Berger, entre otros.

Pese a que la mayoría lo recuerda por su fino estilo conductivo en la pista, fue derrapando en ruta abierta que se hizo conocido. Debutó en el automovilismo el 30 de mayo de 1965 en una competencia montañosa de Turismo Mejorado en en La Cumbre, (posteriormente un clásico tramo mundialista de Rally) con un Fiat 1500, pero inmediatamente después ganó en julio en Carlos Paz.

Tras obtener los cetros de Turismo en 1966 y ’67, pasó a los Sport Prototipos, al Turismo Carretera (Ford Falcon) y la Fórmula 1 Argentina.

La última vez que el Automóvil Club Argentino fomentó una campaña internacional de fomento real para pilotos argentinos fue en 1970, cuando el santafesino viajó junto al cordobés Carlos Ruesch para instalarse en Gran Bretaña y participar de la antesala de la máxima categoría de monoplazas, la Fórmula 2, en la cual no demoró en convertirse en referente t ganador con un Brabham, siendo subcapeón detrás del veloz sueco Peterson ya en 1971.

La marca inglesa lo invitó entonces a ser de la partida en una fecha sin puntos de la Fórmula 1 Brands Hatch (cerca de Londres) tras otro evento similar meses antes en Buenos Aires con una McLaren. Acto seguido, lo contrató en el ’72 para ser compañero del ex-campeón Graham Hill.

Mientras, otro certamen mundial en pleno auge era el de Sport Prototipos (hoy denominado WEC), donde intervino desde 1971 en los célebres 1.000 Kilómetros de Buenos Aires junto a Emerson Fittipaldi a los mandos de un potente Porsche 917K antes de ser reclutado oficialmente por Ferrari para compartir una 312 PB 12 cilindros con Tim Schenken (segundos en las 6 Horas de Vallelunga y los 1.000 Km de Monza y abandonos en las 6 Horas de Watkins Glen y las 24 Horas de Le Mans mientras era líder por rotura de biela). Al año siguiente, pasó a los rivales de Alfa Romeo con un T33 TT con el alemán Rolf Stommelen de compañero (segundos en los 1.000 Km de Nürburgring y las 6 Horas de Imola).

En su debut oficial en Fórmula 1 (Argentina 1972), sorprendió al hacer la pole position adelante del escocés Jackie Stewart. Fue también con Brabham que logró su primer triunfo, en 1974, en el circuito sudafricano de Kyalami, con el recordado y BT44-Cosworth diseñado por Gordon Murray.

Sus éxitos, más de uno inolvidable, fueron en Zeltweg (1974, Austria, Brabham), Watkins Glen (1974, 1977 y 1978, Estados Unidos Costa Este, Brabham y Ferrari), en el trazado largo de Nürburgring (1975, Alemania, Brabham), Interlagos (1978, Brasil, Ferrari), el callejero de Long Beach (1978, Estados Unidos Costa Oeste, Ferrari), Brands Hatch (1978, Gran Bretaña, Ferrari, en una gran maniobra de sobrepaso a Niki Lauda entre los rezagados), Montecarlo (1980, Mónaco, Williams), Jacarepeguá (1981, Brasil, Williams, bajo una lluvia torrencial), Kyalami (1981, Sudáfrica, Williams), Zolder (1981, Bélgica, Williams).

En cambio, su evento local le fue esquivo dos veces ejerciendo holgadamente la punta: 1974 con el Brabham BT-44 y 1980 con el Williams FW-07.

Se retiró tras la segunda fecha de la temporada 1982 y su nuevo compañero, Keke Rosberg, terminó saliendo campeón. Consultado en aquel momento sobre si se arrepentía de aquella decisión, respondió: “Cuando pienso en eso recuerdo que, cuando era niño, tenía que ir a la escuela a caballo porque vivía en el medio del campo. Desde ahí llegué a ser piloto de Fórmula 1, un placer de pocos que nadie me va a quitar”.

Su habilidad al volante queda plasmada en dos datos curiosos. Carlos Reutemann es el único piloto de la historia en obtener podios en los campeonatos mundiales de Fórmula 1, Sport Prototipos y Rally. En esta última especialidad, también se hizo dueño de un galardón exclusivo. Analizando la relación de efectividad, el argentino es el participante más efectivo de todos los tiempos, ya que largó dos veces y en ambas subió al podio.

Fiat lo quiso en un tercer 131 Abarth de Grupo 4 de fábrica en la prueba de su país en la primera edición de 1980, para lo cual la firma turinesa le asignó como navegante al italiano Mirko Perissutti.

Contundente en el asfalto inicial y al bajar a la tierra, dejó atrás a muchos colegas estables de la serie, como Shekhar Mehta (Datsun) y Jean-Claude Lefebvre (Peugeot) y arribó a Tucumán a espaldas de su tenaz compañero Walter Röhrl y del Mercedes-Benz 500 SLC de Hannu Mikkola.

En 1985, Peugeot Sport le ofreció uno de los indomables 205 T16 de Grupo B para hacer equipo con dos consagrados como Ari Vatanen y Timo Salonen en Córdoba. Otra vez probó muy poco el auto con el francés Jean-François Fauchille a su lado, pero se entreveró en la vanguardia y, a medida que le fue tomando la mano, ganó la PE20 de 23 (Santa Rosa de Calamuchita), ratificando su capacidad para sorpresa de quienes no lo esperaban tan arriba en el clasificador siguiendo a Salonen y al Audi Quattro del austríaco Wilfried Wiedner.

En 1990, se lo homenajeó con el Premio Konex de Platino como el mejor automovilista de su país en la década anterior. La Scuderia Ferrari siempre lo tuvo en alta estima y lo invitó dos veces a probar sus modelos, en una exhibición ante su público con tribunas colmadas sobre una 412 T1 cuando la categoría regresó a Buenos Aires en y nueve años después en la pista de pruebas de Fiorano (Italia) la F2004 con la que recién se había coronado Michael Schumacher, a la edad de 62, llamando la atención de los ingenieros por su pronta adaptación.

Durante esa década, el presidente Carlos Menem, otro entusiasta del deporte motor, lo convenció de militar en política. Fue así que Reutemann se transformó en gobernador de Santa Fe en dos períodos (1991-1995 y 1999-2003). Posteriormente, fue senador nacional desde 2003 hasta este año, cambiando de rumbo en 2015 al inclinarse por quienes actualmente son opositores al gobierno argentino actual.

Por su personalidad reservada e introvertida, rechazó el ofrecimiento de postularse a presidente de la república. “Hay cosas de este ambiente que me motivan para ayudar a la gente, pero otras que no me gustan en absoluto y yo vi cosas que no me gustan”, dijo en aquel momento.

Nunca dejó de ser un hombre de campo al que le encantaban los animales ni se desligó de sus actividades agropecuarias, de donde provenía su apodo de “Lole” que le adjudicaban desde su infancia, que era la abreviación de “los lechones” que cuidaba en la granja de sus padres, Enrique Reutemann (descendiente de alemanes) y Flora Molina.

Reutemann venía de estar varias semanas internado, precisamente desde el 30 de mayo (desde el 21 de junio en terapia intensiva) y sucumbió a un sangrado digestivo reiterado y la desmejora de su función renal, un cuadro que se había complicado por sus antecedentes, ya que en 2016 fue operado en Estados Unidos por una afección biliar y cáncer, problemas que derivaron en una cuantiosa ingesta de medicamentos.

Antes, se encontraba feliz y en el silencioso reposo de su campo, en compañía de su primera esposa María Noemí Noemí Bobbio, madre de sus hijas Cora y Mariana, su pareja hasta el presente, Verónica Ghio, y Santiago, su único nieto.

Cora Reutemann escribió en sus redes sociales: “Papá se fue en paz y dignidad después de luchar como un campeón con un corazón noble y fuerte que lo acompañó hasta el final. Siento orgullo y bendición por el padre que tuve. Sé que me acompañará todos los días de mi vida hasta que nos volvamos a encontrar en la casa del Señor”.

Video: Una vuelta clasificatoria del Gran Premio de Mónaco 1975 con Carlos Reutemann en su Brabham BT44-Cosworth.

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