La 43ª edición del Rally Dakar, segunda en Arabia Saudita, terminó hoy con tres victorias sudamericanas y una chilena en cinco tipos de vehículos que constituyen las diferentes categorías de la célebre prueba maratónica.
Francisco López se adjudicó el evento su segundo evento en las clases Side by Side y Vehículos Ligeros, tal como lo había hecho en Perú en 2019, aunque en esta oportunidad navegado por Juan Pablo Latrach.
Con el mismo medio mecánico, un siempre rendidor UTV Can-Am del prestigioso equipo South Racing, prevaleció por 17m23s con respecto al estadounidense Austin Jones a su arribo a Yeda, la capital saudí, tras 7.646 kilómetros de competencia que le demandaron prácticamente 54 horas arriba de su unidad.
El piloto de la región del Maule ganó seis de las 12 etapas y se mantuvo al tope de las posiciones durante ocho días de manera intercalada, recuperándose de manera formidable desde el tercer puesto incluso después de algunos problemas técnicos, pinchazos y de haberse detenido a socorrer el motociclista francés Pierre Cherpin (posteriormente fallecido) en un gesto solidario que estuvo en boca de todos durante la Etapa 7.
López y Latrach vivieron la tensión propia del Dakar hasta el último tramo, cuando en la jornada final -y más corta- rompieron dos neumáticos en 200 kilómetros, producto de las muchas piedras filosas en el camino.
“Honestamente, sufrimos hasta el último minuto. Esta última especial no fue como otros cierres, ya que estaba plagada de piedras y rocas muy riesgosas para romper neumáticos. Dicho y hecho, creíamos que íbamos a andar más relajados, pero pinchamos no una, sino dos gomas. No obstante, lo que cuenta es que terminamos bien y con el objetivo cumplido de haber conseguido la victoria luego de varias idas y venidas en la punta”, indicó un emocionado “Chaleco”.
José Ignacio Cornejo estuvo muy cerca de que los laureles de este año sean dobles para Chile, pero una muy desafortunada caída de su moto en el antepenúltimo día de carrera lo privó del que hubiera sido una merecida victoria para el representante oficial de Honda.
El iquiqueño de 26 años se fue abriendo paso hacia el liderazgo de este Dakar con una envidiable persistencia y una gran habilidad en lo referido a la navegación. Entre las jornadas cuarta y quinta saltó increíblemente de noveno a tercero y, después del día de descanso, pasó a comandar las posiciones generales tres veces consecutivas antes del golpe que lo llevó a abandonar por recomendación de los médicos que lo evaluaron.
Fue uno de sus compañeros, el argentino Kevin Benavides, quien resultó ganador en su quinta participación, transformándose en el primer sudamericano en prevalecer entre las dos ruedas.
Lo siguió de cerca Ricky Brabec con una máquina idéntica, siendo tercero Sam Sunderland con la mejor KTM, siempre al ataque. Pablo Quintanilla, del equipo Husqvarna, remontó sobre el final, pudiendo avanzar de décimo a séptimo, sin estar enteramente a gusto con el comportamiento de su moto como en otras ocasiones.
Benavides declaró: “Hoy largaba tercero y quienes tenía adelante cometieron errores, así que quedé abriendo la ruta, consciente de que Brabec descontaba con buen ritmo. Me concentré al máximo para mantener la diferencia en una edición que ha sido muy dura para mí, incluyendo una caída que me lastimó la nariz y la tensión de soportar el asedio de muchos adversarios de fuste. Estoy orgulloso de ser el primer motociclista sudamericano en triunfar y agradezco a Honda Racing por su labor impecable”.
Pablo Quintanilla, del equipo Husqvarna, remontó sobre el final, pudiendo avanzar de décimo a séptimo, sin estar enteramente a gusto con el comportamiento de su máquina como en otras ocasiones.
En su cuarto intento, Manuel Andújar, fue el hombre a batir en los Cuadriciclos, donde dominaron los Yamaha y los pilotos de nuestra región, teniendo en cuenta que durante gran parte del recorrido fue líder Nicolás Cavigliasso, retirado por rotura de embrague.
A partir de allí, Andújar, de Argentina, quedó adelante mientras progresaban cada vez más dos compañeros de escuadra de Antofagasta: Giovanni Enrico e Ítalo Pedemonte.
Ambos prevalecieron en un par de etapas, aunque con suerte dispar. En tanto que Enrico iba trepando cada vez más hasta hacerse de una formidable segunda plaza absoluta, Pedemonte se quedó con la torre de dirección rota un día antes de la meta siendo hasta allí cuarto. Completó el podio el cordobés Pablo Copetti.
“Es muy emocionante trepar primero a la rampa de Yeda. Varios cuadriciclos podrían estar en este mismo lugar y me ha tocado a mí en mi cuarta participación y tras dos años en los que había sido cuarto y quinto. Gracias al equipo, a mi familia y al club de fútbol Boca Juniors por apoyarme en esta misión”, comentó el bonaerense que llevaba el número 154.
Hubo más sudamericanos sobresalientes, pues el argentino Juan Carrizo arribó octavo y la boliviana Suany Martínez décima en una actuación no solamente fenomenal, sino histórica, al cruzar la rampa de llegada un puesto por encima de su padre Leonardo, que cumplió su sueño de antes de largar.
Con Edouard Boulanger como nuevo navegante, Stéphane Peterhansel se quedó con su 14º Rally Dakar, ratificando porqué es el competidor más consagrado de su historia. Con su MINI, batalló arduamente con el qatarí Nasser Al-Attiyah, que lo escoltó a casi 14 minutos. Carlos Sainz fue tercero en otro MINI.
Peterhansel: “Siempre es agradable ser el vencedor del Rally Dakar porque la presión por este logro tan difícil es igual de fuerte año a año. Nunca hay que dejar de darlo todo. Nunca puede fallar el coche ni lo que hacen copilotos, mecánicos e ingenieros. Ahora lo que más me costó fue estar en control de los constantes acercamientos de Al-Attiyah, pero estoy feliz de este festejo, justo en el día en que se cumple el aniversario de mi primer éxito en Motos cuando competíamos en el continente africano. Boulanger aprendió cómo complementarse conmigo pronto y debo felicitarlo por su profesionalismo”.
El argentino Orlando Terranova, otro integrante de X-Raid, venía entre los diez mejores antes de su retiro en la primera mitad del evento.
Ignacio Casale, acompañado por Álvaro León y el mecánico checo David Hoffmann, en su primera incursión con un camión Tatra de la escudería Buggyra Racing, debutaron en esta división con un loable noveno lugar. Fueron conociendo a su máquina de gran porte poco a poco y se recuperaron de una manguera de turbo rota.
El santiaguino comentó: “Estamos contentos sinceramente. Hicimos buena formación y el ritmo fue alto, a pesar de que veníamos a aprender esto de los camiones y no a buscar un resultado así de positivo. Nos llevamos una grata sorpresa con la competitividad del Tatra y motivados con nuestra labor. Queremos mejorar esto en próximas ediciones”.
Los rusos de Kamaz fueron invencibles otra vez (la 18ª) con un 1-2-3 encabezado por Dmitry Sotnikov, quien señaló: “Ha sido la carrera más bonita de mi vida y mi primer Dakar como ganador es algo con lo que soñaba tras mi debut en 2014. Representa mucho trabajo de parte de todos quienes formamos esta estructura. Para mí, ha sido un esfuerzo considerable ser más rápido incluso que mis compañeros o que rivales duros como Martin Macik con su Iveco. El Kamaz ayuda al ser el mejor camión para este rally”.
Otros anotados latinoamericanos que vieron la meta fueron; en Motos, el uruguayo Emanuel Gyenes en 23º posición y el mexicano Juan Pablo Guillén en la 48ª; en Side by Side, Reinaldo Varela de Brasil cuarto; en Autos, del msmo país, Guiga Spinelli 17º y Marcelo Gastaldi 29º.
En cierta forma, la llegada a orillas del Mar Rojo habrá recordado a los más veteranos las épocas en que el rally concluía en el Lago Rosa en África, justamente en la ciudad de Dakar que le da nombre a la competencia.
Resultados completos: https://www.dakar.com/es/clasificaciones
Video de los vencedores a su arribo: